martes, 26 de mayo de 2009

Ya nada es lo que era



Las cosas cambian. Las personas también. Un día echas la vista atrás y te das cuenta, de todo el recorrido, de todo lo que has dejado atrás. De como sin quererlo la distancia, la situación, la propia vida nos ha ido obligando a dejar atrás, abrir otras puertas, desvíar miradas.

¿Nada es para siempre? ¿ Es acaso el tiempo el mayor de los peligros? ¿Es inevitable no poder contener siempre lo que nos hace felices, lo que nos llena? ¿Se trata acaso de estar continuamente elgiendo, descartando? ¿Hasta donde llega nuestra capacidad de retención? ¿Existe algo perdurable?

Ya nada será igual, solo quedan recuerdos....

No hay comentarios: