sábado, 31 de mayo de 2008

Metro cuadrado 2x02 Pesadilla


Un ojo que se abre.

Desconcertado, Jose Luis se ahoga en su propio susto. Unos ojos verdes le miran desde el otro lado de la habitación. Susana, su mujer, lo observa con expresión tranquila. Jose Luis vuelve a abrir sus ojos y se percata de que está en su cama, en su propia habitación.
- Al fin te has despertado, llevas mucho rato durmiendo marmota
JoseLuis la mira sorprendido. Es así, está en su casa, en su cama. ¿Durmiendo? ¿Acaso todo ha sido un sueño? JoseLuis se recuesta y deja caer: -Creo que estaba soñando
-¿Así? ¿Y en qué soñabas? JoseLuis se toma su tiempo. -Estaba en un tren, y de repente, de repente se paraba y me quedaba atrapado junto a más gente y luego esa luz....
-Has tenido una pesadilla cariño, no le des más vueltas. Venga, levántate, tenemos que irnos.
-¿Irnos? ¿A donde?
- No pensarás llegar tarde a la comida no? Han tenido un detalle muy bueno invitándonos así que no quiero que lleguemos tarde
-¿Invitándonos? ¿De qué estas hablando?
-Ay Jose, ¿qué te pasa? ¿No te acuerdas? Tu padre nos invitó a comer la semana pasada.
JoseLuis dejó escapar un grito de sorpresa al escuchar semejante aclaración
-¿Mi padre?
Susana deja la habitación y le habla desde la ducha -Sí, tu padre, mira Jose preparáte y calla, ahora no nos vamos a echar atrás.

Media hora después, JoseLuis salía de su casa todavía insimismado. Susana, su mujer, le apremió a que condujera el. Pero JoseLuis estaba inmerso en sus pensamientos. ¡Su padre! Hasta donde él recordaba su padre había muerto, acababa de morir, y él, el estaba en ese tren para llegar a su funeral. Pero ¿Y si todo solo hubiese sido una pesadilla? Si nunca hubiera estado en ese tren, nunca hubiera ocurrida nada. Susana la miró algo preocupada. -¿Te ocurre algo cariño? Estás muy callado.
Pero Jose Luis no decía nada, seguía intentando adivinar qué estaba ocurriendo. -Sé que con tu padre no te llevas bien pero creo que tenéis que hacer las paces, no podéis seguir así los dos, evitándoos. JoseLuis no dijo nada, solo arrancó el coche y salieron de allí.

Minutos más tarde el verde autocar paraba frente a un chalé. Susana se baja del coche y muy dispuesta acude a la puerta. JoseLuis sale despacio, y antes de que su mujer toque la puerta, la llama. -No puedo Susana, no puedo entrar ahí. Susana le mira asombrada. -Pero cariño...
JoseLuis le corta. -Hazme un favor, entra y dí que me ha surjido algo, que llegaré más tarde..
-No digas tonterías Jose, no pienso decir nada...-Dilo, lo siento, lo siento, pero no estoy preparado ahora mismo para verle...Y diciendo esto, JoseLuis entra de nuevo en el coche y se marcha.

Las puertas del tanatorio estaban más duras que de lo normal. JoseLuis yacía allí, intentanto encontrarse a sí mismo. La señorita de la recepción le saludó. JoseLuis se acerca y mirandola fijamente le propone: Me gustaría saber si recientemente ha ingresado un cuerpo a nombre de...
La chica tarda unos segundos en dar con la respuesta informatizada. -No señor, no hemos adquirido ningún cliente a ese nombre, esa persona no estuvo aquí. JoseLuis respira pronfundo como cuando destapa las notas en el colegio. -Gracias señorita, muchas gracias.

Aquella mañana, el frío del cementerio era más pesado. JoseLuis tuvo que ponerse una bufanda al cuello para no resfriarse. La lápida de su madre permanecía sin embargo allí, sin cambios, sin más grietas, mirándolo desde su enfoque habitual. JoseLuis miró con detenimiento a su madre. La echaba mucho de menos. Desde que ella se había ido, su relación con su padre no había sido la misma. -Mamá, ¿a que no sabes que cosa más extraña? Es..papá, resulta que está vivo, que no ha muerto...yo tampoco puedo creerlo, se había muerto mama, se habia muerto!....¿Qué se supone qué debo hacer ahora?
Una pelota cayó a los pies de JoseLuis. Sin apenas apartar la vista de su madre, se giró y la golpeó con la pierna para devolverla a su dueño. Un niño la esperaba ansioso desde el otro lado. Cuando el chico dijo el gracias correspondiente, JoseLuis no dudó ni un instante y perplejo se giró para mirar de frente a la persona que había jurado escuchar. Allí estaba Andrés, al otro lado del cementerio, recogiendo su pelota. JoseLuis quedó congelado de horror y lo observó con interés.
-¿Andreés? El niño lo miró, dejó escapar una mueca y añadió: -No llegues tarde, te estamos esperando.
E inmeditramente echó a correr por los caminos que alejan a uno del cementerio.

Horas antes había dejado a su mujer sobre esa puerta. Ahora, la puerta parecía ser el doble de grande, el doble de pesada, el doble de infranqueable. JoseLuis se llenó de valor y golpeó la puerta. La novia de su padre le abrió y lo miró con desisnterés. -¿Está...? -Sí, está arriba, ahora baja..contestó ella. Tras unos mintos que a JoseLuis le parecieron horas, su padre, apareció ante sus ojos. JoseLuis no puedo evitar dejar escapar una lágrima al contemplarlo ahí, de pie, sobre él. Efectivamente estaba vivo. Frente a él. -Tu mujer tiene un buen enfado, no le ha gustado que hoy la dejaras sola en la comida -No tenías que habernos invitado cuando sabes lo que hay -¿A qué has venido hijo? Creía que no querías verme -¿Por qué papá? Por que tuviste que esperar a que mama se muriera para convertirte en la persona que eres ahora? El padre de JoseLuis tomó silencio contestó: -Ya hemos hablado de esto muchas veces Jose, ya te pedí perdón por el hombre que era antes, por todo el mal que le hice a tu amdre, que te hice a tí, ¿qué mas quieres?
- Te quería a tí, quería esto, quería una familia, algo que no supiste darme, que no quisiste
-Sabes que eso no es cierto, por aquel entonces tenía problemas -Todos tenemos problemas papá, todos....-Lo siento hijo, pero ahora te ofrezco esto, me ofrezco, quiero arreglar las cosas, ¿por que ahora eres tú quien no quiere? -Por que ya no hay nada que arreglar papá, hace tiempo que todo se rompió -Entonces ¿que haces aquí? Por que has venido hasta mi puerta?
-Por que estabas muerto papá, lo estabas, y ahora estás aquí...y yo...yo no puedo dejar atrás eso, no puedo olvidar lo mal que me lo has echo pasar tanto tiempo, una comida no arregla nada, no cambia nada! -Disculpa entonces, disculpa por creer que podía tratar de entenderme contigo. Y ahora si no tienes nada más que echarme en cara, márchate -Por supuesto que me marcho papá, me voy por donde he venido - Sabía que no se puede ir más allá. JoseLuis se detiene al escuchar esa frase que ha balbuceado su padre. ¿Qué acabas de decir? - Véte Jose, véte de mi casa.

JoseLuis guarda su rabia y sale de la casa. De camino a su coche rompe a llorar y se desahoga en el asiento del conductor.

2 comentarios:

Marta dijo...

MI DUENDE
Me ha encantado....no puede ser un sueño colectivo...
Ya se lo que pasa....se les esta dando una segunda oportunidad, todos nos equivocamos, pero ellos tienen la oportunidad de hacerlo bien de nuevo.

espero mas...
petonicos, smepre per tu.

Y0 dijo...

Yara... es un hecho real¿?¿? vale... me gustó.