lunes, 24 de marzo de 2008

Oscar (II)



Estas muy guapo.
Gracias Jaime, dijo Oscar mientras se colocaba bien su corbata. Esa noche era la fiesta y eso es lo que más deseaba en el mundo. Estar guapo. Sexy. Solo para ella.
Nos va bien. Llevamos unas semanas, pero recuerda que tu de esto no sabes nada eh? Si se entera Marta que te he dicho que estamos juntos, me mata. Ha de ser sorpresa.
No te preocupes, que seré una tumba......oye ¿y la quieres?
Oscar se volvió para mirar a su mejor amigo. Por supuesto, sé que suena raro en mí, pero la quiero. Por cierto, que querias decirme? Llevas días queriéndome decir algo. Cuentame.
Bueno yo......

Luis entró por la puerta interrumpiendo. ¿Nos vamos? Tenemos que pasar antes por casa de nuestras chicas, o nos damos prisa, o no llegamos a la fiesta. Creo que va a llover.
Adelantaros vosotros, antes tengo que hacer una cosa ¿vale?
¿No vas a ir a por Erika? Yo tengo coche puedo ir a por ella y a por Claudia....
No...no voy a ir a por Erika.....nos vemos allí

Una semana antes había pronunciado esas mismas palabras. Nos vemos allí. Erika esperaba sobre el cálido aguardar de una cafetería con bollos calientes. La miró. Unos segundos por la ventana. Quiso no tener que hacerlo, no decirle esas palabras. Pero se lo debía a Marta, y lo más importante, se lo debía a él mismo y a ella. Ahora que voy camino a casa de Marta no puedo dejar de recordar en mi mente aquella escena. Esta esquina, este café.
¿Por qué fuiste detras de ella? ¿Qué pasó esa mañana? Dímelo, sé que me has llamado para hablar de esto....
Me escribió una carta...las palabras que tanto había buscado, tanto había esperado.....
¿Es ella?
Ella es.....voy a ir con ella a la fiesta del campus....lo siento...creí que....
No pude decir nada más. Ella se marchó inmediatamente. Y ahora ahí estaba yo, sobre ese ventanal del café, mirando la escena. Se va a hacer tarde, y ella no merece esperar.

Por fin llegó a casa de Marta. Y la vio bajar por esas enormes escaleras. La vio sonreír con su vestido rojo. Que guapa estaba, le había superado con creces. Ella le miró, como si no acabase de creerse lo que estaba pasando. Oscar no olvidaría nunca este momento. Verla así, después de semanas de tensión escondida, amor fugaz, verla así, tan disponible, tan suya....le emocionó.
Marta le alcanzó y se dieron la mano. Parece que va a llover soltó. Oscar la abrazó. Esta noche todo va a ir bien, ya lo verás.

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